Bibliocicleta

Forges for ever

En mi cole solamente se estudiaba francés. Como terminábamos octavo con muy buen nivel, en el instituto no merecía la pena cambiar. Así que, al terminar mi paso por el sistema educativo, nunca opté por otro idioma.

Llegando ya a la provecta edad en que me hallo, me propuse aprender inglés. Y no me va mal, incluso voy camino de ser filóloga y todo.

Cuando alguien que ya no es joven quiere estudiar un idioma desde cero, es muy fácil encontrar dónde y cómo hacerlo. Hay montones de cursos, escuelas, academias, profesorado por libre. Supongo que también dependerá de qué idioma quieres aprender, pero en el caso del inglés, es sencillo empezar.
 

En cambio, cuando alguien ya mayor quiere estudiar matemáticas o física desde cero, la búsqueda se complica. Las academias, por ejemplo, están enfocadas a ayudar a estudiantes que están todavía dentro del sistema educativo.

Yo quisiera empezar con las matemáticas o con la física como empecé con el inglés, desde cero. Claro que en inglés conocía algunas palabras. Quién no sabe qué es "please", "yesterday" y las palabrotas más usadas, aun no habiendo estudiado nunca el idioma. De la misma manera, claro que me acuerdo de lo más básico de las mates, pero igual que pasa con lo más básico del inglés, eso no basta para entender.

 Con la física es peor, porque aunque memorizaba fórmulas y definiciones y pude aprobar esa asignatura en el único curso que la tuve, nunca llegué a entender nada realmente: "memorizar" no es precisamente una de las formas de hacerse amiga de la física o de las matemáticas.
Como ahora me pesa tanto esa carencia y quiero poner remedio, estoy siendo consciente de varias cosas. Primero, de que es una estupidez que exista esa división tan clásica y un poco "ranciofact" entre ciencias y letras. Segundo, de que no puedo precisar cuándo ni por qué empecé a creerme que me daban miedo las ciencias puras. Tercero, que ser "anumérico" no se percibe como algo tan negativo como ser "analfabeto". Cuando cuento a quienes me rodean que quiero empezar con las mates desde cero, me miran entre divertidos y suspicaces y me dicen: "Bueno, mujer, desde cero no será..."

Viñeta del genial Alberto Montt

Y ya lo creo que lo es, y si tenía alguna duda acerca de mi nivel, hoy se me despejó del todo leyendo esta entrada de uno de los estupendos blogs de Clara Grima, insigne matemática a quien descubrí precisamente cuando trataba de encontrar un modo de empezar con las mates desde la base en plan "do it yourself".

Así que lo que hago para intentar ponerme al día es recurrir a los divulgadores, a la gente que ama su oficio y que son tan sabios que saben explicar lo terriblemente complicado de forma sencilla. He empezado consiguiendo algunos libros pensados para los no-iniciados, o al menos para los torpemente-iniciados. Por ejemplo, el libro "Ciencia para Nicolás", del profesor Carlos Chordá. El profesor Chordá va repasando conceptos básicos con un cariño y una paciencia que da gusto leerlo. De lo primero que se ocupa en el libro es del lenguaje y de lo mal que se traduce a veces el inglés, así que ya me ganó desde las primeras páginas. Siempre que oigo a científicos hablando bien de un libro de divulgación, anoto el título. Así llegué a un libro precioso llamado "Einstein's telescope", de la astrofísica Evalyn Gates. De momento tengo esos dos empezados, espero poder hablar aquí de ellos y de algunos otros que están esperando su turno en mi mesilla.
También procuro seguir a montones de científicos y docentes que escriben blogs muy entretenidos y didácticos, como la ya citada Clara Grima y muchos de Naukas.
Lo que pasa es que se ve que no acabo de aplicar bien lo del tiempo y la relatividad, porque no me da el día para leer tanto sin descuidar mis exámenes y demás obligaciones. Tendría que haber aprovechado más cuando era joven y podía estar todo el día a lo mío...  Quién fuera vecina de Sheldon Cooper.