"- Llevo un tiempo colaborando en un par de proyectos de divulgación científica.
- ¿Y cuánto te pagan?
- ¿Pagar? No, no me pagan. Lo hago voluntariamente.
- Tú eres gilipollas. "
Resumen dramatizado de conversaciones reales mantenidas con familiares y amigos.
(Al menos a los familiares no los elegí yo).
No soy científica ni tengo ninguna formación en ciencias. Contaba en esta otra entrada que me educaron en la época en la que tenías elegir ser "de ciencias" o "de letras". Sin embargo, cuando me picó el bicho de la divulgación, ya no he podido parar de querer contarlo a los cuatro vientos para compartir tanta maravilla. Que eso es más o menos lo que significa el término 'divulgar'.
En algún momento de este camino apareció Adrián Muñoz, creador de Divúlgame.
No tengo la suerte de conocer a Adrián en persona, pero ya es como parte de mi familia. Yo le llamo "el Boss", como a Bruce. Mi marido dice que si Adrián monta alguna vez una empresa, le enviará su curriculum. Además, estamos seguros de que ha descubierto la manera de hacer que el día dure más de 24 horas.
Cuando le escribí preguntando si yo podría traducir alguna cosilla, Adrián me abrió todas las puertas "virtuales" para empezar a currar. Respondió a todas mis dudas y torpezas con amabilidad y paciencia. Puso a mi disposición herramientas que yo no conocía y que más tarde me han hecho falta en otros aspectos de mi vida. Y lo mejor es que me dio la oportunidad de unirme a un grupo muy especial de personas con las que comparto el amor por el conocimiento, por la ciencia y la divulgación. Después, descubriendo más de algunas de estas personas, resulta que también tenemos en común otras cosas, como el amor por los gatos, o el mismo sentido del humor, o parecidos gustos musicales y literarios. Desde que los conozco, no paro de presumir de la juventud tan alucinante que tenemos.
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| Yo me siento un poco como la abuelilla del grupo. Estoy muy orgullosa de todos ellos. |
Adrián está siempre pendiente de todo, haciendo él lo más gordo del trabajo, pero sin darse importancia, cuidando hasta el más mímino detalle, pero sin que se note. Todo está perfectamente organizado, todo está bien pensado y todo funciona en "modo cooperativo": no tendría sentido trabajar en soledad, siempre se requiere el apoyo del resto del grupo.
Y yo, que solo soy una aspirante a aprendiza, tengo la oportunidad de aprender de estos sabios y sabias que se reúnen allí, gente que anda por este país, por otros países, o que se irán pronto, profesores, estudiantes, periodistas, doctoras... Me divierte pensar que quizás a ellos también los tachan de gilipollas cuando cuentan que parte de su tiempo lo dedican a trabajar "gratis". A mí me gusta más decir que lo hacemos por amor.
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| Gracias a Adrián, a todo el grupo y ¡FELICIDADES! |
